Edward Roscoe Murrow (ver) estrella mediática en los comienzos de la CBS en la década de los 50, hizo de la llamada "caza de brujas" del senador Joseph McCarthy (ver) después de la segunda guerra mundial, todo un serial que puso en tela de juicio el sistema legal estadounidense.
La persecución mediática de deportistas, estrellas del cine, de la literatura, sospechosos de pertenecer a sectores afines al comunismo dio lugar a una caza de brujas que termino con el exilio de muchos, entre ellos Carles Chaplin, por citar alguno.
“Buenas noches y buena suerte” (Good night, and good luck) es la frase con la que Edward R. Murrow (David Strathairn) acababa sus transmisiones de radio y televisión y que da pie al título de la película.
Estamos ante un docudrama con empleo de material de archivo lo que da una sensación realista acrecentada con la fotografía en blanco y negro. La textura de las imágenes nos centra aún más en la época temporal, acomoda mejor su atmósfera al turbio asunto y enfoca la trama y el tema sin provocar posibles desviaciones estéticas con el uso de colorines. George Clooney, en faceta de director se retrotrae en el tiempo para ubicarnos en la guerra fría y la paranoia de Joseph McCarthy, principal responsable de la Caza de Brujas que tanto daño hizo en su momento a la libertad ideológica.
Estudio analítico sobre la colisión del cuarto poder con el poder político.,
La película se muestra en un ponderado tempo que permite una observación pausada, evitando apresuramientos que pueden inducir a la caricatura y a la superficialidad. Tampoco hay digresiones emocionales de los personajes. Las situaciones explicitadas en las imágenes son las que marcan el rumbo a todo el film. Clooney se centra en lo que se tiene que centrar. Exclusivamente. Eso es precisamente lo que demuestra que tiene criterio como cineasta. El resultado es un docudrama político periodístico bien compactado. Repleto de convicciones morales pero sin gratuidades demagógicas ni sermoneos insufribles.
La imagen nostálgica: