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EL SUR (Víctor Erice, 1983)




"Aquel amanecer, cuando encontré su péndulo debajo de mi almohada, sentí que esa vez todo era diferente. Que él ya nunca volvería a casa." 



El arte no se mide por lo que se comprende, sino por lo que conmueve.



    Es bueno que esta película no guste a una gran cantidad de personas. Sería ilógico. Y menos aún a los jóvenes de ahora. El tratamiento de la imagen por la imagen. Los tiempos sosegados. Los silencios. Las sombras… No. No sería bueno que esta película gustase a mucha gente, que se conmuevan ante una obra de arte. Y "El Sur" lo es. 

    A mi modo de ver, "El Sur" es una de las películas más enigmáticas del cine español. Película de una alta tensión psicológica gracias a unas imágenes y silencios que nos introducen en la relación de una hija con su padre misterioso y de conductas, a veces, inexplicables. Los planos que nos va ofreciendo sosegadamente la película permiten hacernos idea de la idealización de la figura del padre por su hija a través de un proceso que supera la mera narración de hechos.

 
  
    Antes de seguir con mi comentario de esta película querría hacer una reflexión sobre un aspecto al cual ya me he referido en alguna entrada de este blog de cine. Se trata del concepto de cine “lento”. Yo nunca he entendido esta adjetivación de una película como recurso despectivo o peyorativo. ¿Cómo se puede narrar la angustia profunda de un personaje como el padre de esta película? Yo creo que el espectador debe "sentir" el paso del tiempo. Si no logra sentirlo, nunca podrá asimilar la cadencia de las emociones. Hay que capturar los tiempos en el cine. ¿Acaso en literatura no se hacen prolijas descripciones de paisajes, ciudades, gestos, etc que, en teoría, no aportan nada al desenlace final? ¿Para qué se hacen? Obviamente para que el lector imagine y procese unas determinadas sensaciones. ¿Por qué en el cine debe ser diferente? Hay que administrar los tiempos para que el ánimo del espectador quede atrapado dentro de la realidad que se quiere contar. 

    Dicho lo anterior, "El Sur" es una película “lenta”.

    En esta cinta, Erice se interna en la oscuridad de la infancia a través de la mirada de una niña, Estrella, y de la complejísima relación que le une con su padre, Agustín.

 

    Los acontecimientos que rodean a Estrella se presentan ante nuestros ojos como verdadero gran cine. Muestra las emociones de Estrella con una sencillez a veces hiriente.

    Estrella es una niña sensible que rememora la relación con su padre. La narración es intensa en sentimientos y emociones. Como para cualquier niña, su padre era un ídolo tan poderoso como un dios, a pesar de que no pudiera explicarse el misterio de su extraña actitud ante su familia.

    A Estrella le duele la indiferencia de su padre. No entiende su aislamiento alejado emocionalmente de la familia. ¿por qué hace una vida totalmente retirada? Decide no resignarse a esa indiferencia.


 

    La historia está ambientada en el una ciudad el norte de España. Estrella crece, profundamente sola en una casona familiar apartada del pueblo. En ese aislamiento, ella va construyendo su mundo interior tratando de extraer un mínimo de ternura de su padre.

    Pero el padre esta trastornado de amor. Una pasión nacida en el sur por una mujer y que Agustín sólo puede sobrellevar gracias a una esporádica correspondencia. Pero esta pasión es rechazada por la mujer según le expresa a Agustín en la contestación a sus cartas.


 

    A ojos de Estrella, todo el comportamiento esquivo del padre hace que se eleve su figura hasta transfigurarlo en un ser casi sobrenatural. Ella transforma los silencios paternos en un halo de sufrimiento insoportables. Todo lo que hace su padre lo convierte en mágico. Agustín es médico y zahorí. Esto maravilla a Estrella que ve reflejado en su padre la presencia de un ser superior al resto de los mortales. 

    La vida aparentemente plácida de la casona donde vive la familia (La Gaviota), cambia el día que se proyecta en el pueblo una película protagonizada por una popular actriz. La protagonista es precisamente la mujer que por la que su padre profesa aquella pasión generada en el sur. 

    A partir de ese momento se despierta en el padre una melancolía enfermiza que le lleva a ignorar el amor de su hija Estrella.

    Y llega el día en que el padre, Agustín, no lo resiste más. Se acuerda del sur. El dolor del recuerdo se hace aún más amargo en el norte. Se le hace insoportable. Pero el pasado es pasado y no se puede regresar a él. 

    Agustín ya nunca podrá volver al sur.